3 septiembre, 2017

Por Aurelio Gurrea Martínez

El pasado viernes, 2 de septiembre de 2017, la Casa Blanca anunció el nombramiento del profesor Robert J. Jackson, Jr., profesor de la Universidad de Columbia de Nueva York, Senior Fellow del Programa de Gobierno Corporativo de la Universidad de Harvard, y uno de los principales expertos mundiales en gobierno corporativo y mercado de valores, como nuevo Commissioner de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC). En este sentido, el profesor Jackson formará parte del órgano rector encargado de la supervisión del mercado de valores de Estados Unidos cubriendo una de las plazas asignadas al Partido Demócrata.

Desde el Instituto Iberoamericano de Derecho y Finanzas hemos querido brindarle estas breves palabras de felicitación al profesor Jackson por varios motivos. En primer lugar, y desde los inicios (e incluso pre-inicios) del Instituto, el profesor Jackson siempre nos brindó su inestimable apoyo y colaboración. En este sentido, además del apoyo y entusiasmo puesto de manifiesto durante el proceso de creación del Instituto Iberoamericano de Derecho y Finanzas, el profesor Jackson participó en la primera actividad académica que organizamos (que fue un curso derecho de sociedades, derecho concursal, finanzas corporativas y regulación financiera y del mercado de valores que tuvo lugar en Sevilla en el mes de mayo de 2015) y, de manera más reciente, también tuvimos el honor de contar con su participación en el II Congreso Anual del Instituto y en el II Workshop in Law and Finance que tuvo lugar en el Centro de Estudios Garrigues a finales del año 2016.

En segundo lugar, nos alegramos enormemente de este nombramiento porque, como saben aquellos que han tenido la suerte de conocer al profesor Jackson (ya sea en calidad de alumnos, colegas, profesores, amigos…), es una persona que no sólo tiene un curriculum inmejorable (que incluye diversas titulaciones por Harvard, Oxford y la Wharton School de Pennsylvania, una trayectoria académico-investigadora brillante, y varios años de experiencia profesional entre banca de inversión, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y la conocida firma Wachtell Lipton Rosen & Katz) sino que, además, tiene unas cualidades personales y una inexorable vocación de servicio público que no sólo lo convierten en un brillante profesor, investigador y mentor, sino, sobre todo, en un extraordinario ser humano.

En tercer lugar, y si se me permite, en estas palabras de felicitación, una breve nota personal, he de decir que, desde que tuve la suerte de conocer al profesor Jackson durante mis estudios en la Universidad de Oxford (todavía lo recuerdo como si fuera ayer, en una seminario para investigadores organizado por el profesor John Armour), y luego trabajar con él –inicialmente como investigador, y posteriormente como colaborador y profesor ayudante– no sólo ha sido un excelente mentor, sino también un inmejorable compañero y, sobre todo, amigo. De hecho, mi interés por el estudio empírico y multidisciplinar del derecho, la economía y las finanzas fue, en cierta medida, “culpa” del profesor Jackson. En efecto, sin su inestimable apoyo, cercanía, entusiasmo y magisterio, unido al de otros referentes académicos con los que he tenido el honor de trabajar (entre los que no puedo dejar de mencionar –por orden de aparición en mi carrera profesional– a los profesores Manuel Castilla, Emilio Beltrán, John Armour, Richard Squire, Mitch Polinsky, George Triantis, Mark Roe y Lucian Bebchuk), es posible que nunca se me hubiera despertado la vocación de querer contribuir a la mejora y modernización del derecho y las instituciones a través del estudio empírico, comparado y multidisciplinar del derecho, la economía y las finanzas. Por tanto, el profesor Robert Jackson no sólo es responsable de que, en la actualidad, tenga esa vocación académico-investigadora de orientación eminentemente “policy” (esto es, de evaluación de las normas jurídicas con el objetvo de realizar propuestas de reforma legislativa que permitan mejorar el sistema), sino que, además, también puede considerarse responsable indirecto de la puesta en marcha del Instituto Iberoamericano de Derecho y Finanzas, como institución destinada, entre otros aspectos, a promover lo que siempre me transmitió el profesor Jackson: la necesidad de analizar las leyes y las instituciones desde una perspectiva empírica, comparada y multidisciplinar, al objeto de examinar el modo en que el sistema puede ser diseñado y/o mejorado para promover la mejora del bienestar colectivo.

Por este motivo, el nombramiento del profesor Jackson como nuevo Commissioner de la SEC de Estados Unidos no sólo supone un merecido reconocimiento a su brillante trayectoria profesional, y una profunda alegría para todos los que hemos tenido la suerte de conocerlo, sino que, además, también resulta una excelente noticia para la academia, para los operadores, para los inversores y para la sociedad en su conjunto. Y es que, más allá de ser uno de los principales expertos mundiales en gobierno corporativo y mercado de valores, el profesor Robert Jackson es una persona trabajadora, generosa, humilde, cercana y profundamente comprometida con la mejora del bienestar de los ciudadanos. De ahí que, nuevamente, queramos reiterarle nuestra más sincera enhorabuena por este nombramiento, y desearle, de todo corazón, el mayor de los éxitos en esta nueva aventura profesional.

Huge congrats, Rob! (Tal y como, muy amablemente, me dijiste que te llamara nada más conocernos, que es algo que, acostumbrado a la formalista -y jerárquica- academia jurídica europea/latinoamericana, también me llamó la atención, habida cuenta de que, por aquél entonces, ya eras -al menos para mi- una referencia académica mundial).

Aurelio